Estamos ya contando las horas que faltan para las elecciones generales, y como siempre comienzan a aparecerer irregularidades manifiestas. Esto es ya una costumbre en el partido socialista poner trabas y zancadillas a la democracia es su plan de ruta, lo llevan en su ADN. Me refiero a que en estos momentos hay muchas personas, dicen algunas fuentes que sobre un millón y medio que estan trabajando en el extranjero que se van a quedar sin poder ejercer su derecho a voto por que no les llegan las papeletas, hay muchos testimonios que asi lo acreditan mediante denuncias en las embajadas. En Alemania, por ejemplo una residente nos cuenta la imposibilidad para votar por correo en Frankfurt, donde reside desde hace años. He llamado al consulado para informarme, y me dicen que la documentación está de camino. De hecho, tiene el número de referencia de Correos que confirma que salió el día 11. Sin embargo, denuncia, no es normal que envíen la documentación con sólo cinco días de antelación. E incluso desvela que el censo electoral le preguntó previamente si pensaba votar, para evitarse el coste de enviar la documentación a aquellos que contestaran negativamente. Y concluye,esto no había pasado nunca.
Gran cantidad de quejas llegan también de estudiantes españoles con beca Erasmus y que se encuentran repartidos por diferentes puntos geográficos de Europa. Pidieron el voto en la embajada española en Roma hace un mes y aún no les ha llegado. Otro estudiante pidió el voto el 4 de septiembre en Praga y le llegó el pasado día 11. Estas protestas también se están moviendo a través de las redes sociales y son muchos los que insisten en que el voto no llega. Y el plazo termina el viernes a las 20:30 horas.
Como curiosidad, en algunos lugares donde se envía la documentación para poder votar por correo el orden de las papeletas es un tanto peculiar. Así la primera siempre es la del Partido Socialista seguida de partidos más minoritarios como Equo o los antitaurinos, mientras que la del PP se sitúa en último lugar. Algunas de las quejas también van dirigidas a la escasa accesibilidad que encuentran algunos españoles residentes en el extranjero para poder votar, ya que al vivir en poblaciones pequeñas deben desplazarse hasta los lugares donde se encuentre una embajada o consulado español para ejercer su derecho y en muchas ocasiones este proceso requiere un gran desplazamiento.Y en medio de esta sinrazón la junta electoral central culpa a correos y correos se defiende culpando a la junta electoral central y en medio de este jaleo a miles de españoles se les niega el derecho al voto.
Pero por que tengo la impresión que esto no es nuevo, los socialistas ya lo hicieron en Melilla ¿se acuerdan? En las elecciones generales de 2008, el PSOE de Melilla inició una trama de compra de votos a 2500 desempleados, a cambio de un puesto de trabajo en los "planes de empleo" de la Delegación del Gobierno de Melilla. Después de una macro investigación de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, el Juzgado de Instrucción nº 4 de Melilla ha imputado a 27 altos cargos políticos entre los que se encuentran 4 diputados del PSOE y dos del grupo musulmán Coalición por Melilla. Y además esta como cerebro de la supuesta trama D.Jose Blanco Ministro actual de fomento y portavoz del gobierno Socialista, este Sr acusado de pucherazo electoral va a ser el que vaya informando del resultado electoral a los Españoles, segun se vayan saliendo los escrutinios "tiene guasa".
Pero como digo ya es practica habitual. Hay una pregunta que lleva muchos años flotando en el aire y es ¿Ganó el Frente popular las elecciones de febrero de 1936? En medio de un clima de violencia, de agresiones, de amenazas y de desafío consciente y contumaz a la legalidad se celebraron las elecciones de febrero de 1936. Éstas no sólo concluyeron con resultados muy parecidos para los dos bloques sino que además estuvieron inficionadas por el fraude en el recuento de los sufragios. Así, sobre un total de 9.716.705 votos emitidos, 4.430.322 fueron para el Frente popular; 4.511.031 para las derechas y 682.825 para el centro. Otros 91.641 votos fueron emitidos en blanco o resultaron destinados a candidatos sin significación política. Sobre estas cifras resulta obvio que la mayoría de la población española se alineaba en contra del Frente popular y, si a ello añadimos los fraudes electorales encaminados a privar de sus actas a diputados de centro y derecha, focalmente puede decirse que contara con el respaldo de la mayoría de la población. A todo ello hay que añadir la existencia de irregularidades en provincias como Cáceres, La Coruña, Lugo, Penetradora, Granada, Cuenca, Oranés, Salamanca, Burgos, Jaén, Almería, Valencia y Alabarte, entre otras, contra las candidaturas de derechas. Con todo, finalmente, este cúmulo de irregularidades se traduciría en una aplastante mayoría de escaños para el Frente popular. Desde el 17 de febrero, incluso desde la noche del 16, el "Frente Popular", sin esperar el fin del recuento del escrutinio y la proclamación de los resultados, lo que debería haber tenido lugar ante las Juntas Provinciales del Censo en el jueves 20, desencadenó en la calle la ofensiva del desorden, reclamó el Poder por medio de la violencia. Crisis: algunos Gobernador es Civiles dimitieron. A instigación de dirigentes irresponsables, la muchedumbre se apoderó de los documentos electorales: en muchas localidades los resultados pudieron ser falsificados.
Conquistada la mayoría de este modo, fue fácilmente hacerla aplastante. Reforzada con una extraña alianza con los reaccionarios vascos, el "Frente Popular" eligió la Comisión de validez de las actas parlamentarias, la que procedió de una manera arbitraria. Se anularon todas las actas de ciertas provincias donde la oposición resultó victoriosa; se proclamaron diputados a candidatos amigos vencidos. Se expulsaron de las Cortes a varios diputados de las minorías. No se trataba solamente de una ciega pasión sectaria; hacer en la Cámara una convención, aplastar a la oposición y sujetar el grupo menos exaltado del "Frente Popular". Desde el momento en que la mayoría de izquierdas pudiera prescindir de él, este grupo no era sino el juguete de las peores locuras.En otras palabras, las izquierdas —que ciertamente habían obtenido un importante respaldo en las elecciones— falsearon el resultado electoral para asegurarse una mayoría absoluta a la que no se acercaron ni lejanamente. El uso de la violencia, del fraude, de la falsedad documental y del quebrantamiento de la legalidad electoral fueron considerados aceptables para llegar a esa meta. De esa manera, las elecciones de febrero de 1936 se convirtieron ciertamente en la antesala de un proceso revolucionario que había fracasado en 1917 y 1934 a pesar de su éxito notable en 1931. Así, aunque el gobierno quedó constituido por republicanos de izquierdas bajo la presidencia de Azaña para dar una apariencia de moderación, no tardó en lanzarse a una serie de actos de dudosa legalidad que formarían parte esencial de la denominada “primavera trágica de 1936”.Mientras Luías Companys, el golpista de octubre de 1934, regresaba en triunfo a Barcelona para hacerse con el gobierno de la Generalidad, los detenidos por la insurrección de Asturias eran puestos en libertad en cuarenta y ocho horas y se obligaba a las empresas en las que, en no pocas ocasiones, habían causado desmanes e incluso homicidios a readmitirlos. En paralelo, las organizaciones sindicales exigían en el campo subidas salariales de un cien por cien, con lo que el paro se disparó. Entre el 1 de mayo y el 18 de julio de 1936 el agro sufrió 192 huelgas. Más grave aún fue que el 3 de marzo los socialistas empujaran a los campesinos a ocupar ilegalmente varias fincas en el pueblo de Cenicientos. Fue el pistoletazo de salida para que la Federación —socialista— de Trabajadores de la Tierra quebrara cualquier vestigio de legalidad en el campo. El 25 del mismo mes, sesenta mil campesinos ocuparon tres mil fincas en Extremadura, un acto legalizado a posterior por un gobierno incapaz de mantener el orden público.
En paralelo, el Frente popular desencadenaba una censura de prensa sin precedentes y procedía a una destitución masiva de los asentamientos que consideraba hostiles o simplemente neutrales. El 2 de abril, el PSOE llamaba a los socialistas, comunistas y anarquistas a “constituir en todas partes, conjunta-mente y a cara descubierta, las milicias del pueblo”. Ese mismo día, Azaña chocó con el presidente de la República, Alcalá Zamora, y decidió derribarlo con el apoyo del Frente popular. Lo consiguió el 7 de abril, alegando que había disuelto inconstitucionalmente las Cortes dos veces y logrando que las Cortes lo destituyeran con solo cinco votos en contra. Por una paradoja de la Historia, Alcalá Zamora se veía expulsado de la vida política por sus compañeros de conspiración de 1930-1931 y sobre la base del acto suyo que, precisamente, les había abierto el camino hacia el poder en febrero de 1936. Las lamentaciones posteriores del presidente de la República no cambiarían en absoluto el juicio que merece por su responsabilidad en todo lo sucedido durante aquellos años. El 10 de mayo de 1936, Azaña era elegido nuevo presidente de la República. A esas alturas, el mito de la victoria electoral del Frente popular no sólo había quedado establecido sino que además se utilizaba como coartada para acabar con el régimen constitucional y entrar abiertamente por la senda de la revolución. No era magro resultado para unas elecciones que, en realidad, no había ganado el Frente popular.
Esto es la historia es como esta recogido en miles de artículos de la época esto tambien es memoria historica pero eso no le interesa ni a zapatero ni a garzón ni a los miles de personas que se dejan embrutecer por que la realidad no tiene mas que un camino. Esta es nuestra historia por mas que queramos ocultarla o disfrazarla y de lo que esta claro es que aunque queramos falsearla no podremos cambiar la realidad. Dicen que quien no conoce su historia esta obligado a repetirla. Y o mucho me equivoco o vamos mal encaminados.
Los datos y fechas asi como parte del escrito es de Copyright Libertad Digital SA.
Gran cantidad de quejas llegan también de estudiantes españoles con beca Erasmus y que se encuentran repartidos por diferentes puntos geográficos de Europa. Pidieron el voto en la embajada española en Roma hace un mes y aún no les ha llegado. Otro estudiante pidió el voto el 4 de septiembre en Praga y le llegó el pasado día 11. Estas protestas también se están moviendo a través de las redes sociales y son muchos los que insisten en que el voto no llega. Y el plazo termina el viernes a las 20:30 horas.
Como curiosidad, en algunos lugares donde se envía la documentación para poder votar por correo el orden de las papeletas es un tanto peculiar. Así la primera siempre es la del Partido Socialista seguida de partidos más minoritarios como Equo o los antitaurinos, mientras que la del PP se sitúa en último lugar. Algunas de las quejas también van dirigidas a la escasa accesibilidad que encuentran algunos españoles residentes en el extranjero para poder votar, ya que al vivir en poblaciones pequeñas deben desplazarse hasta los lugares donde se encuentre una embajada o consulado español para ejercer su derecho y en muchas ocasiones este proceso requiere un gran desplazamiento.Y en medio de esta sinrazón la junta electoral central culpa a correos y correos se defiende culpando a la junta electoral central y en medio de este jaleo a miles de españoles se les niega el derecho al voto.
Pero por que tengo la impresión que esto no es nuevo, los socialistas ya lo hicieron en Melilla ¿se acuerdan? En las elecciones generales de 2008, el PSOE de Melilla inició una trama de compra de votos a 2500 desempleados, a cambio de un puesto de trabajo en los "planes de empleo" de la Delegación del Gobierno de Melilla. Después de una macro investigación de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, el Juzgado de Instrucción nº 4 de Melilla ha imputado a 27 altos cargos políticos entre los que se encuentran 4 diputados del PSOE y dos del grupo musulmán Coalición por Melilla. Y además esta como cerebro de la supuesta trama D.Jose Blanco Ministro actual de fomento y portavoz del gobierno Socialista, este Sr acusado de pucherazo electoral va a ser el que vaya informando del resultado electoral a los Españoles, segun se vayan saliendo los escrutinios "tiene guasa".
Pero como digo ya es practica habitual. Hay una pregunta que lleva muchos años flotando en el aire y es ¿Ganó el Frente popular las elecciones de febrero de 1936? En medio de un clima de violencia, de agresiones, de amenazas y de desafío consciente y contumaz a la legalidad se celebraron las elecciones de febrero de 1936. Éstas no sólo concluyeron con resultados muy parecidos para los dos bloques sino que además estuvieron inficionadas por el fraude en el recuento de los sufragios. Así, sobre un total de 9.716.705 votos emitidos, 4.430.322 fueron para el Frente popular; 4.511.031 para las derechas y 682.825 para el centro. Otros 91.641 votos fueron emitidos en blanco o resultaron destinados a candidatos sin significación política. Sobre estas cifras resulta obvio que la mayoría de la población española se alineaba en contra del Frente popular y, si a ello añadimos los fraudes electorales encaminados a privar de sus actas a diputados de centro y derecha, focalmente puede decirse que contara con el respaldo de la mayoría de la población. A todo ello hay que añadir la existencia de irregularidades en provincias como Cáceres, La Coruña, Lugo, Penetradora, Granada, Cuenca, Oranés, Salamanca, Burgos, Jaén, Almería, Valencia y Alabarte, entre otras, contra las candidaturas de derechas. Con todo, finalmente, este cúmulo de irregularidades se traduciría en una aplastante mayoría de escaños para el Frente popular. Desde el 17 de febrero, incluso desde la noche del 16, el "Frente Popular", sin esperar el fin del recuento del escrutinio y la proclamación de los resultados, lo que debería haber tenido lugar ante las Juntas Provinciales del Censo en el jueves 20, desencadenó en la calle la ofensiva del desorden, reclamó el Poder por medio de la violencia. Crisis: algunos Gobernador es Civiles dimitieron. A instigación de dirigentes irresponsables, la muchedumbre se apoderó de los documentos electorales: en muchas localidades los resultados pudieron ser falsificados.
Conquistada la mayoría de este modo, fue fácilmente hacerla aplastante. Reforzada con una extraña alianza con los reaccionarios vascos, el "Frente Popular" eligió la Comisión de validez de las actas parlamentarias, la que procedió de una manera arbitraria. Se anularon todas las actas de ciertas provincias donde la oposición resultó victoriosa; se proclamaron diputados a candidatos amigos vencidos. Se expulsaron de las Cortes a varios diputados de las minorías. No se trataba solamente de una ciega pasión sectaria; hacer en la Cámara una convención, aplastar a la oposición y sujetar el grupo menos exaltado del "Frente Popular". Desde el momento en que la mayoría de izquierdas pudiera prescindir de él, este grupo no era sino el juguete de las peores locuras.En otras palabras, las izquierdas —que ciertamente habían obtenido un importante respaldo en las elecciones— falsearon el resultado electoral para asegurarse una mayoría absoluta a la que no se acercaron ni lejanamente. El uso de la violencia, del fraude, de la falsedad documental y del quebrantamiento de la legalidad electoral fueron considerados aceptables para llegar a esa meta. De esa manera, las elecciones de febrero de 1936 se convirtieron ciertamente en la antesala de un proceso revolucionario que había fracasado en 1917 y 1934 a pesar de su éxito notable en 1931. Así, aunque el gobierno quedó constituido por republicanos de izquierdas bajo la presidencia de Azaña para dar una apariencia de moderación, no tardó en lanzarse a una serie de actos de dudosa legalidad que formarían parte esencial de la denominada “primavera trágica de 1936”.Mientras Luías Companys, el golpista de octubre de 1934, regresaba en triunfo a Barcelona para hacerse con el gobierno de la Generalidad, los detenidos por la insurrección de Asturias eran puestos en libertad en cuarenta y ocho horas y se obligaba a las empresas en las que, en no pocas ocasiones, habían causado desmanes e incluso homicidios a readmitirlos. En paralelo, las organizaciones sindicales exigían en el campo subidas salariales de un cien por cien, con lo que el paro se disparó. Entre el 1 de mayo y el 18 de julio de 1936 el agro sufrió 192 huelgas. Más grave aún fue que el 3 de marzo los socialistas empujaran a los campesinos a ocupar ilegalmente varias fincas en el pueblo de Cenicientos. Fue el pistoletazo de salida para que la Federación —socialista— de Trabajadores de la Tierra quebrara cualquier vestigio de legalidad en el campo. El 25 del mismo mes, sesenta mil campesinos ocuparon tres mil fincas en Extremadura, un acto legalizado a posterior por un gobierno incapaz de mantener el orden público.
En paralelo, el Frente popular desencadenaba una censura de prensa sin precedentes y procedía a una destitución masiva de los asentamientos que consideraba hostiles o simplemente neutrales. El 2 de abril, el PSOE llamaba a los socialistas, comunistas y anarquistas a “constituir en todas partes, conjunta-mente y a cara descubierta, las milicias del pueblo”. Ese mismo día, Azaña chocó con el presidente de la República, Alcalá Zamora, y decidió derribarlo con el apoyo del Frente popular. Lo consiguió el 7 de abril, alegando que había disuelto inconstitucionalmente las Cortes dos veces y logrando que las Cortes lo destituyeran con solo cinco votos en contra. Por una paradoja de la Historia, Alcalá Zamora se veía expulsado de la vida política por sus compañeros de conspiración de 1930-1931 y sobre la base del acto suyo que, precisamente, les había abierto el camino hacia el poder en febrero de 1936. Las lamentaciones posteriores del presidente de la República no cambiarían en absoluto el juicio que merece por su responsabilidad en todo lo sucedido durante aquellos años. El 10 de mayo de 1936, Azaña era elegido nuevo presidente de la República. A esas alturas, el mito de la victoria electoral del Frente popular no sólo había quedado establecido sino que además se utilizaba como coartada para acabar con el régimen constitucional y entrar abiertamente por la senda de la revolución. No era magro resultado para unas elecciones que, en realidad, no había ganado el Frente popular.
Esto es la historia es como esta recogido en miles de artículos de la época esto tambien es memoria historica pero eso no le interesa ni a zapatero ni a garzón ni a los miles de personas que se dejan embrutecer por que la realidad no tiene mas que un camino. Esta es nuestra historia por mas que queramos ocultarla o disfrazarla y de lo que esta claro es que aunque queramos falsearla no podremos cambiar la realidad. Dicen que quien no conoce su historia esta obligado a repetirla. Y o mucho me equivoco o vamos mal encaminados.
Los datos y fechas asi como parte del escrito es de Copyright Libertad Digital SA.
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