Hoy trataremos de analizar a uno de los tertulianos del programa la noria de telecinco, siempre me ha causado estupor de ver y oír a estas personas como hablan, sin ninguna piedad de otras personas,,todos tenemos un pasado del cual podemos estar mas o menos orgullosos,,el tema esta en que si no destacas y no sales en la tele pues nadie te lo agita, sin embargo hay personajes de dudosa calaña que no pierden el tiempo en airear todas aquellas miserias que puede albergar un ser humano y ponen todo su empeño y su prosa en lanzarlo a los cuatro vientos con la prepotencia que da una profesion como el periodismo y claro, amparandose en el deber informativo y en la libertad de expresion que tanto cacarea el señor jordi gonzalez de la noria, sacan todos los trapos sucios de aquellos incautos que caen bajo sus garras.
Pero este juego es solo para jugar ellos y como hemos dicho encima juegan en casa y con el viento a favor,,muy sencillo digo esto porque estan en su plató amparados y protegidos por una cadena televisiva,,un presentador dudoso y carroñero donde los halla y con un publico apantallado y agilipollado por camaras y luces, amamantado por bocata y refresco.
Hoy vamos a mostrar el perfil de uno de sus tertulianos mas insignes, para que vean de que pájaro estamos hablando, y para que estudien que,culeando y babeando dependiendo del partido al que seas afin llegas, y te quedas para posteriormente solo ser la voz de su amo.
Este es un escrito aparecido en el periodista digital y narra a la perfección el comportamiento y trayectoria de este sujeto.
Enric Sopena, aparece con su abundante pelo blanco bien peinado y cortado y su corbata en las tertulias de la televisión. Es Enric Sopena, uno de los portavoces de la izquierda española.
Toma nota de los argumentos de los demás participantes con un bolígrafo de marca y mientras asoman sus gemelos en los puños de la camisa. En sus turnos de palabra (al menos al principio), emplea voz suave y calmada.
El barcelonés Enric Sopena Daganzo es admirable por haber sido capaz de adaptarse a los cambios que han atravesado su vida y su profesión. Nacido en Barcelona en 1945, ha conocido todas las fases por las que ha atravesado el periodismo en las últimas décadas, como la irrupción de la radio y la televisión, los satélites e internet. A una edad en que muchas personas compran palos de golf para entretenerse en su jubilación, él ha montado una empresa periodística. Después de haber sido numerario del Opus Dei, se ha convertido en ateo y juez hasta del papa.
Desde hace años, su figura es conocida para la audiencia de numerosas tertulias televisivas y radiofónicas, como también lo es la de su esposa, Margarita Sáenz-Díez, igualmente dedicada al periodismo: fue redactora jefe en La Vanguardia; dirigió el programa Aquí y ahora de Radio Nacional; fue delegada en Madrid de El Periódico de Catalunya y ha sido colaboradora en programas de TVE bajo el Gobierno de Zapatero como 59 segundos y La noche en 24 horas, de TVE.
En 1966, al poco de cumplir los 21 años, ingresó en la redacción de La Vanguardia, entonces llamada La Vanguardia Española, uno de los medios que más elogiaba a Franco, y en ella se mantuvo hasta 1974.
Después de La Vanguardia, tuvo diversos empleos periodísticos de alto nivel (director y redactor jefe), hasta que la victoria del PSOE en octubre de 1982 le abrió nuevas posibilidades profesionales: en febrero de 1983, se le nombró jefe de los servicios de TVE en Cataluña. En enero de 1985 se le ascendió a jefe de los servicios informativos de TVE nacional, puesto en el que permaneció hasta octubre de 1986. Ese año y medio es recordado por la aparición de las siglas del PSOE en un telediario durante la transmisión de los goles de la selección española de fútbol. Unos días después, hubo elecciones que ganó el PSOE. En febrero de 1989, con el socialista Luis Solana como director general de RTVE, se le nombró director de Radio Nacional.
En septiembre de 2005, se presentó El Plural, apellidado periódico digital progresista, con Sopena como director. El periodista catalán desveló la misión que tenía el nuevo medio de comunicación: compensar un desequilibrio a favor de la derecha. La derecha ha sabido utilizar mucho mejor lo digital, dijo, y añadió que El Plural iba a ser progresista, porque, salvo excepciones, los periódicos en Internet giran en torno a la derecha. Según publicó La Gaceta (10-11-2009), el propietario era la sociedad Lavinia, formada por altos dirigentes del PSC-PSOE y que ha recibido contratos de la Administración durante los años de gobierno de Zapatero. En 2010, Sopena compró todas las participaciones a Lavinia y así se convirtió en empresario.
Entre los periodistas, se dice que El Plural es un periódico que engaña desde la cabecera. De ello puede dar fe Carlos Carnicero, quien fue uno de los columnistas principales de El Plural, hasta que sus críticas a Zapatero fueron insoportables para Sopena y este le despidió a principios de 2011 mediante un correo electrónico.
Carnicero dio su opinión sobre Sopena, y su descripción es tanto más cruel cuanto que le conoce perfectamente por ser cuña de la misma madera: Enric Sopena es el símbolo de los tiempos que nos han tocado vivir. Incluso la forma del despido le define. Su historia, la de Sopena, es la de un perro de presa. Primero fervoroso miembro del Opus Dei. En todas sus épocas profesionales ha sido igual. Lleva en la sangre la madera perfecta de un mercenario. En conversaciones privadas me llegó a reconocer la diferencia entre lo que opina y lo que publica. La coartada era no favorecer al PP, como si los periodistas fuéramos responsables de los aciertos o los errores de los políticos. Su naturaleza es la subordinación a quien le da de comer.
Después de la derrota del PSOE el 20 de noviembre, cabe preguntarse qué hará el empresario Sopena al perder su único cliente, su fuente de ingresos. ¿A quien servira ahora que se ha quedado sin señor?.
Pero este juego es solo para jugar ellos y como hemos dicho encima juegan en casa y con el viento a favor,,muy sencillo digo esto porque estan en su plató amparados y protegidos por una cadena televisiva,,un presentador dudoso y carroñero donde los halla y con un publico apantallado y agilipollado por camaras y luces, amamantado por bocata y refresco.
Hoy vamos a mostrar el perfil de uno de sus tertulianos mas insignes, para que vean de que pájaro estamos hablando, y para que estudien que,culeando y babeando dependiendo del partido al que seas afin llegas, y te quedas para posteriormente solo ser la voz de su amo.
Este es un escrito aparecido en el periodista digital y narra a la perfección el comportamiento y trayectoria de este sujeto.
Enric Sopena, aparece con su abundante pelo blanco bien peinado y cortado y su corbata en las tertulias de la televisión. Es Enric Sopena, uno de los portavoces de la izquierda española.
Toma nota de los argumentos de los demás participantes con un bolígrafo de marca y mientras asoman sus gemelos en los puños de la camisa. En sus turnos de palabra (al menos al principio), emplea voz suave y calmada.
El barcelonés Enric Sopena Daganzo es admirable por haber sido capaz de adaptarse a los cambios que han atravesado su vida y su profesión. Nacido en Barcelona en 1945, ha conocido todas las fases por las que ha atravesado el periodismo en las últimas décadas, como la irrupción de la radio y la televisión, los satélites e internet. A una edad en que muchas personas compran palos de golf para entretenerse en su jubilación, él ha montado una empresa periodística. Después de haber sido numerario del Opus Dei, se ha convertido en ateo y juez hasta del papa.
Desde hace años, su figura es conocida para la audiencia de numerosas tertulias televisivas y radiofónicas, como también lo es la de su esposa, Margarita Sáenz-Díez, igualmente dedicada al periodismo: fue redactora jefe en La Vanguardia; dirigió el programa Aquí y ahora de Radio Nacional; fue delegada en Madrid de El Periódico de Catalunya y ha sido colaboradora en programas de TVE bajo el Gobierno de Zapatero como 59 segundos y La noche en 24 horas, de TVE.
En 1966, al poco de cumplir los 21 años, ingresó en la redacción de La Vanguardia, entonces llamada La Vanguardia Española, uno de los medios que más elogiaba a Franco, y en ella se mantuvo hasta 1974.
Después de La Vanguardia, tuvo diversos empleos periodísticos de alto nivel (director y redactor jefe), hasta que la victoria del PSOE en octubre de 1982 le abrió nuevas posibilidades profesionales: en febrero de 1983, se le nombró jefe de los servicios de TVE en Cataluña. En enero de 1985 se le ascendió a jefe de los servicios informativos de TVE nacional, puesto en el que permaneció hasta octubre de 1986. Ese año y medio es recordado por la aparición de las siglas del PSOE en un telediario durante la transmisión de los goles de la selección española de fútbol. Unos días después, hubo elecciones que ganó el PSOE. En febrero de 1989, con el socialista Luis Solana como director general de RTVE, se le nombró director de Radio Nacional.
En septiembre de 2005, se presentó El Plural, apellidado periódico digital progresista, con Sopena como director. El periodista catalán desveló la misión que tenía el nuevo medio de comunicación: compensar un desequilibrio a favor de la derecha. La derecha ha sabido utilizar mucho mejor lo digital, dijo, y añadió que El Plural iba a ser progresista, porque, salvo excepciones, los periódicos en Internet giran en torno a la derecha. Según publicó La Gaceta (10-11-2009), el propietario era la sociedad Lavinia, formada por altos dirigentes del PSC-PSOE y que ha recibido contratos de la Administración durante los años de gobierno de Zapatero. En 2010, Sopena compró todas las participaciones a Lavinia y así se convirtió en empresario.
Entre los periodistas, se dice que El Plural es un periódico que engaña desde la cabecera. De ello puede dar fe Carlos Carnicero, quien fue uno de los columnistas principales de El Plural, hasta que sus críticas a Zapatero fueron insoportables para Sopena y este le despidió a principios de 2011 mediante un correo electrónico.
Carnicero dio su opinión sobre Sopena, y su descripción es tanto más cruel cuanto que le conoce perfectamente por ser cuña de la misma madera: Enric Sopena es el símbolo de los tiempos que nos han tocado vivir. Incluso la forma del despido le define. Su historia, la de Sopena, es la de un perro de presa. Primero fervoroso miembro del Opus Dei. En todas sus épocas profesionales ha sido igual. Lleva en la sangre la madera perfecta de un mercenario. En conversaciones privadas me llegó a reconocer la diferencia entre lo que opina y lo que publica. La coartada era no favorecer al PP, como si los periodistas fuéramos responsables de los aciertos o los errores de los políticos. Su naturaleza es la subordinación a quien le da de comer.
Después de la derrota del PSOE el 20 de noviembre, cabe preguntarse qué hará el empresario Sopena al perder su único cliente, su fuente de ingresos. ¿A quien servira ahora que se ha quedado sin señor?.
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