El pedigrí franquista del nuevo presidente del PSOE, de nombre José Antonio
A pesar de las leyendas urbanas que le atribuyen haberse apuntado a las listas de “los que hemos sufrido la represión de la dictadura”, lo más fuerte que sobre el franquismo ha dicho José Antonio Griñán son sus declaraciones del pasado 1 de octubre: “El 20-N es un día de dolor para la derecha y volverá a serlo”. Sorprendente afirmación de quien debe precisamente su nombre al fervor de sus padres hacia la figura de José Antonio, el fundador de Falange.
Según datos dados a conocer por el diario La Gaceta, el nuevo presidente del PSOE es más comedido en referencias familiares que su antecesor (también al frente de la Junta de Andalucía), Manuel Chaves, quien sí dijo en un mitin el 24 de febrero de 2008 en Dos Hermanas: “Tenemos que ganar, porque se lo debemos a nuestros padres y abuelos, que lo pasaron muy mal durante el franquismo”. El de Chaves, a la sazón, hizo la guerra en el bando nacional, llegó a coronel y fue recibido por Franco en enero de 1975.
Octaviano Griñán Gutiérrez, padre del nuevo presidente del PSOE, llegó a comandante de Infantería, según su expediente personal en el Archivo General Militar de Segovia. Comenzó su carrera como oficial del “Regimiento de la Guardia de Su Excelencia el Jefe del Estado”, en El Pardo (Madrid).
Boda en 1944.
José Antonio Griñán nació en Madrid el 7 de junio de 1946. De la boda de sus padres dio cuenta el ABC el 5 de marzo de 1944. La nota señala como firmante por parte del novio al “ministro del Ejército, D. Antonio Goicoechea”. Sin embargo, el ministro era Carlos Asensio Cabanillas. Por su parte, Antonio Goicoechea, fundador de Renovación Española (partido al que se sumó Calvo Sotelo) había sido ministro (pero de Gobernación) de Maura, con Alfonso XIII (en 1919). Otro ilustre firmante es el ex alcalde de Murcia José de la Cierva López, y los tenientes coroneles Ponce de León y Lorés.
El pedigrí de la madre de Griñán, María Teresa Martínez Emperador, no era de menor talla. Entre los firmantes del acta aparece su tío, el coronel Rafael Martínez Maldonado, que como comandante se pasó a los nacionales al comienzo de la Guerra Civil en el Guadarrama con el Regimiento de Transmisiones de El Pardo. Firma también por parte de la novia el “marqués de Benalúa”, cuyo nombre no cita ABC, pues en realidad la titular era la marquesa Luisa María Escrivá de Romani y, su marido, José María Colomer, era barón de Goya-Borrás.
José Martínez Emperador, tío de la madre del nuevo presidente del PSOE, nació en México en 1924 e hizo carrera en Falange: llegó a presidente de la Diputación Provincial de Madrid en los años setenta. Fue uno de los cinco diputados de AP que votó no a la Constitución en 1978.
Esto es una mas entre tantas, van de victimas del franquismo y sus progenitores eran de lo mas cercano a Franco, la ubicuidad moral de estos representantes de la izquierda que denuncian la represión de un régimen al que estuvieron estrechamente vinculados por lazos familiares. Como si esa supuesta represión de la que hablan fuera ajena al entorno en el que crecieron y se educaron. es impresentable el ejercicio de cinismo de estos personajes que siguen enfrentando y creando dos Españas, lamentable.
Quiero por su interés reproducir el artículo del escritor y periodista Arturo Pérez Reverte, que aparece publicado este fin de semana en XL Semanal: lo titula
" La junta Andaluza es un lugar de vanguardia... de la imbecilidad oportuna."
Es cierto que, en materia de latrocinio y poca vergüenza, la Junta de Andalucía y sus paniaguados a sueldo, que son varios, no van más allá de otros gobiernos autonómicos trufados de golfos y maleantes. También es cierto que en todas partes cuecen siglas partidarias; y que, saqueadores aparte, un elevado número de tontos del ciruelo por metro cuadrado, con corbata y coche oficial o como simple infantería, no es exclusivo de ninguna autonomía de esta España discutida y discutible. Sin embargo, respecto al porcentaje de sinvergüenzas y de tontos -incluida la variedad mixta de tontos sinvergüenzas-, el régimen que desde hace tres décadas gobierna Andalucía queda muy bien situado en el palmarés nacional. Aunque ojo. Podrá atribuírsele el logro de una región saqueada, en paro y con índices de indigencia cultural y educativa que a veces lindan con el subdesarrollo; pero ése es detalle que se diluye en el contexto. A ver en qué autonomía no tenemos en nómina -duques y duquesas aparte- a cierto número de políticos ladrones, incompetentes y analfabetos. Sin embargo, lo que no puede regatearse a la Junta andaluza es un lugar de vanguardia en los anales de la imbecilidad oportunista y demagoga de género y génera. Ahí no hay quien moje la oreja a mis primos. Y primas. Nada comparable a una ultrafeminazi andaluza dándole vueltas al magín para justificar las subvenciones que trinca o espera trincar, con un político cerca, en plan compadre y dispuesto a ponerle a tiro el Boletín Oficial.
Déjenme que les cuente la última. O última que me envían. Ahora, con esto de la piratería digital, la poca lectura y la porca miseria, los juntaletras tendremos que buscar la vida en otros pastos. Yo mismo estoy considerando la posibilidad, a mis años provectos, de hacer oposiciones a ingeniero de montes de la Junta de Andalucía, y aplicar allí un sistema contra incendios forestales que llevo años maquinando, y que no sé cómo a nadie se le ha ocurrido proponer todavía para trincar una pasta oficial enorme: un pino, un cortafuegos; un pino, un cortafuegos. A cortafuegos por pino. Cosas más idiotas o descaradas se han subvencionado allí, en cualquier caso. El asunto es que, en el temario de las oposiciones, hallo una perla australiana: el artículo 50.2 de la ley 12/2007 para la Igualdad de Género en Andalucía. Que reza, con dos cojones:
«Los poderes públicos de Andalucía, en coordinación y colaboración con las entidades locales en el territorio andaluz, tendrán en cuenta la perspectiva de género en el diseño de las ciudades, en las políticas urbanas y en la definición y ejecución de los planteamientos urbanísticos».
Aparte de no saber qué relación hay entre ser ingeniero de montes y montañas andaluz y tener perspectiva de género, las preguntas inmediatas son obvias y hasta elementales, querido Watson. Eso, ¿cómo se hace? ¿Cómo se tiene en cuenta la perspectiva de género en el diseño de las ciudades y políticas urbanas? ¿Consultando los arquitectos a las asociaciones radicales feministas antes de trazar calles y plazas, para que les den permiso? ¿Procurando que los pasos de cebra no favorezcan a presuntos maltratadores? ¿Disponiendo aceras paritarias, unas para hombres y otras para mujeres, u obligando a circular por cada vía urbana al mismo número de ellos y ellas? ¿Rebautizando calles para que por cada nombre masculino haya uno femenino? ¿Patrullando con guardias y guardios que, cuando sean policía montada, cabalguen indiscriminadamente caballos machos y yeguas? ¿Procurando que entre los cartones y sacos de dormir que adornan los soportales de la Plaza Mayor de Madrid para deleite de turistas, haya el mismo número de mendigos y mendigas? ¿Que por cada grupo de mariachis, jazz band de ex bolcheviques, o rumano que hace música con vasos de agua, actúe una violinista búlgara, una orquesta de nigerianas o un grupo de mejicanas cantando Allá en el rancho grande? ¿Que cada perroflauta lleve el mismo número de perros que de perras, de flautas que de flautos? ¿Que en los parques juegue por decreto municipal la misma cuota de niños y niñas, y se mantengan turnos rigurosos para columpios y toboganes, con agentes que sancionen a padres y madres, abuelos y abuelas, que incumplan? ¿Que en cada zona de prostitución haya el mismo número de putas que de chaperos? ¿Que nos vayamos todos juntos y juntas a tomar por saco?
Ilústrenme, porfa. Necesito que alguien me lo explique. Ingeniero de montes, recuerden: pinos, cortafuegos. Oposiciones al caer. Me va el futuro en ello”.
Un saludo.
A pesar de las leyendas urbanas que le atribuyen haberse apuntado a las listas de “los que hemos sufrido la represión de la dictadura”, lo más fuerte que sobre el franquismo ha dicho José Antonio Griñán son sus declaraciones del pasado 1 de octubre: “El 20-N es un día de dolor para la derecha y volverá a serlo”. Sorprendente afirmación de quien debe precisamente su nombre al fervor de sus padres hacia la figura de José Antonio, el fundador de Falange.
Según datos dados a conocer por el diario La Gaceta, el nuevo presidente del PSOE es más comedido en referencias familiares que su antecesor (también al frente de la Junta de Andalucía), Manuel Chaves, quien sí dijo en un mitin el 24 de febrero de 2008 en Dos Hermanas: “Tenemos que ganar, porque se lo debemos a nuestros padres y abuelos, que lo pasaron muy mal durante el franquismo”. El de Chaves, a la sazón, hizo la guerra en el bando nacional, llegó a coronel y fue recibido por Franco en enero de 1975.
Octaviano Griñán Gutiérrez, padre del nuevo presidente del PSOE, llegó a comandante de Infantería, según su expediente personal en el Archivo General Militar de Segovia. Comenzó su carrera como oficial del “Regimiento de la Guardia de Su Excelencia el Jefe del Estado”, en El Pardo (Madrid).
Boda en 1944.
José Antonio Griñán nació en Madrid el 7 de junio de 1946. De la boda de sus padres dio cuenta el ABC el 5 de marzo de 1944. La nota señala como firmante por parte del novio al “ministro del Ejército, D. Antonio Goicoechea”. Sin embargo, el ministro era Carlos Asensio Cabanillas. Por su parte, Antonio Goicoechea, fundador de Renovación Española (partido al que se sumó Calvo Sotelo) había sido ministro (pero de Gobernación) de Maura, con Alfonso XIII (en 1919). Otro ilustre firmante es el ex alcalde de Murcia José de la Cierva López, y los tenientes coroneles Ponce de León y Lorés.
El pedigrí de la madre de Griñán, María Teresa Martínez Emperador, no era de menor talla. Entre los firmantes del acta aparece su tío, el coronel Rafael Martínez Maldonado, que como comandante se pasó a los nacionales al comienzo de la Guerra Civil en el Guadarrama con el Regimiento de Transmisiones de El Pardo. Firma también por parte de la novia el “marqués de Benalúa”, cuyo nombre no cita ABC, pues en realidad la titular era la marquesa Luisa María Escrivá de Romani y, su marido, José María Colomer, era barón de Goya-Borrás.
José Martínez Emperador, tío de la madre del nuevo presidente del PSOE, nació en México en 1924 e hizo carrera en Falange: llegó a presidente de la Diputación Provincial de Madrid en los años setenta. Fue uno de los cinco diputados de AP que votó no a la Constitución en 1978.
Esto es una mas entre tantas, van de victimas del franquismo y sus progenitores eran de lo mas cercano a Franco, la ubicuidad moral de estos representantes de la izquierda que denuncian la represión de un régimen al que estuvieron estrechamente vinculados por lazos familiares. Como si esa supuesta represión de la que hablan fuera ajena al entorno en el que crecieron y se educaron. es impresentable el ejercicio de cinismo de estos personajes que siguen enfrentando y creando dos Españas, lamentable.
Quiero por su interés reproducir el artículo del escritor y periodista Arturo Pérez Reverte, que aparece publicado este fin de semana en XL Semanal: lo titula
" La junta Andaluza es un lugar de vanguardia... de la imbecilidad oportuna."
Es cierto que, en materia de latrocinio y poca vergüenza, la Junta de Andalucía y sus paniaguados a sueldo, que son varios, no van más allá de otros gobiernos autonómicos trufados de golfos y maleantes. También es cierto que en todas partes cuecen siglas partidarias; y que, saqueadores aparte, un elevado número de tontos del ciruelo por metro cuadrado, con corbata y coche oficial o como simple infantería, no es exclusivo de ninguna autonomía de esta España discutida y discutible. Sin embargo, respecto al porcentaje de sinvergüenzas y de tontos -incluida la variedad mixta de tontos sinvergüenzas-, el régimen que desde hace tres décadas gobierna Andalucía queda muy bien situado en el palmarés nacional. Aunque ojo. Podrá atribuírsele el logro de una región saqueada, en paro y con índices de indigencia cultural y educativa que a veces lindan con el subdesarrollo; pero ése es detalle que se diluye en el contexto. A ver en qué autonomía no tenemos en nómina -duques y duquesas aparte- a cierto número de políticos ladrones, incompetentes y analfabetos. Sin embargo, lo que no puede regatearse a la Junta andaluza es un lugar de vanguardia en los anales de la imbecilidad oportunista y demagoga de género y génera. Ahí no hay quien moje la oreja a mis primos. Y primas. Nada comparable a una ultrafeminazi andaluza dándole vueltas al magín para justificar las subvenciones que trinca o espera trincar, con un político cerca, en plan compadre y dispuesto a ponerle a tiro el Boletín Oficial.
Déjenme que les cuente la última. O última que me envían. Ahora, con esto de la piratería digital, la poca lectura y la porca miseria, los juntaletras tendremos que buscar la vida en otros pastos. Yo mismo estoy considerando la posibilidad, a mis años provectos, de hacer oposiciones a ingeniero de montes de la Junta de Andalucía, y aplicar allí un sistema contra incendios forestales que llevo años maquinando, y que no sé cómo a nadie se le ha ocurrido proponer todavía para trincar una pasta oficial enorme: un pino, un cortafuegos; un pino, un cortafuegos. A cortafuegos por pino. Cosas más idiotas o descaradas se han subvencionado allí, en cualquier caso. El asunto es que, en el temario de las oposiciones, hallo una perla australiana: el artículo 50.2 de la ley 12/2007 para la Igualdad de Género en Andalucía. Que reza, con dos cojones:
«Los poderes públicos de Andalucía, en coordinación y colaboración con las entidades locales en el territorio andaluz, tendrán en cuenta la perspectiva de género en el diseño de las ciudades, en las políticas urbanas y en la definición y ejecución de los planteamientos urbanísticos».
Aparte de no saber qué relación hay entre ser ingeniero de montes y montañas andaluz y tener perspectiva de género, las preguntas inmediatas son obvias y hasta elementales, querido Watson. Eso, ¿cómo se hace? ¿Cómo se tiene en cuenta la perspectiva de género en el diseño de las ciudades y políticas urbanas? ¿Consultando los arquitectos a las asociaciones radicales feministas antes de trazar calles y plazas, para que les den permiso? ¿Procurando que los pasos de cebra no favorezcan a presuntos maltratadores? ¿Disponiendo aceras paritarias, unas para hombres y otras para mujeres, u obligando a circular por cada vía urbana al mismo número de ellos y ellas? ¿Rebautizando calles para que por cada nombre masculino haya uno femenino? ¿Patrullando con guardias y guardios que, cuando sean policía montada, cabalguen indiscriminadamente caballos machos y yeguas? ¿Procurando que entre los cartones y sacos de dormir que adornan los soportales de la Plaza Mayor de Madrid para deleite de turistas, haya el mismo número de mendigos y mendigas? ¿Que por cada grupo de mariachis, jazz band de ex bolcheviques, o rumano que hace música con vasos de agua, actúe una violinista búlgara, una orquesta de nigerianas o un grupo de mejicanas cantando Allá en el rancho grande? ¿Que cada perroflauta lleve el mismo número de perros que de perras, de flautas que de flautos? ¿Que en los parques juegue por decreto municipal la misma cuota de niños y niñas, y se mantengan turnos rigurosos para columpios y toboganes, con agentes que sancionen a padres y madres, abuelos y abuelas, que incumplan? ¿Que en cada zona de prostitución haya el mismo número de putas que de chaperos? ¿Que nos vayamos todos juntos y juntas a tomar por saco?
Ilústrenme, porfa. Necesito que alguien me lo explique. Ingeniero de montes, recuerden: pinos, cortafuegos. Oposiciones al caer. Me va el futuro en ello”.
Un saludo.
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