Estaba dando vueltas y mas vueltas para tratar de escribir un nuevo capitulo en el blog, pero la verdad que no me acababa de centrar en el tema, la politica, los desahucios, la economia y los politicos corruptos y ladrones no gozaban de mi interes y ademas nada nuevo que contar, nada sobre el horizonte que mereciera la pena reseñar, solo miseria y mas miseria, para los de siempre claro esta. Hoy quería librarme un poco de la agonía diaria que sufrimos la mayoría silenciosa de este triste y vituperado País. Entonces caí en la cuenta de que cuando no hablamos de politica, ¿de que hablamos? es bastante obvio , ¡de fútbol! y eso me hizo documentarme un poco sobre los dos grandes de este deporte, el Madrid y el Barcelona, y encontré cosas curiosas que quiero compartir con todos vosotros, la mayoría seguro que ya lo sabéis pero siempre queda alguien que lo ignora, como me paso a mi que aprendí una serie de cosas que ignoraba. Bueno de cualquier modo que nadie se me ofenda pues no pretendo ensalzar a uno y desprestigiar a otro solo cuento la informacion pura y dura sin acaloramientos y sin tomar partido por ninguno
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El Real Madrid fue fundado el 6 de marzo de 1902 por el Sr Juan Padros Nacido en Barcelona en 1869, era hijo de Timoteo Padrós García y Paula Rubio, quienes regentaban un comercio téxtil en la capital catalana. En 1886 se trasladó a Madrid, donde estuvo al frente, con su hermano Carlos, del negocio familiar Al Capricho, una boutique de telas situada en el número 48 de la calle de Alcalá. El 6 de marzo de 1902, junto con su hermano y antiguos miembros del Foot Ball Club Sky, fundó el entonces bautizado como Madrid Foot Ball Club. Juan Padrós fue elegido en esa asamblea constitutiva como el primer presidente oficial del club y se encargó de los trámites de legalización de la sociedad, cuya primera sede social se instaló en la trastienda de su propio comercio de la calle Alcalá. Una vez creado el nuevo club, los esfuerzos de los hermanos Padrós se centraron en la puesta en marcha de un campeonato, de ámbito nacional, entre clubes. Carlos Padrós en ese mismo año, con motivo de los festejos por la mayoría de edad de Alfonso XIII impulsó un torneo, el Concurso Madrid, el primer campeonato nacional entre clubes de fútbol de España, precursor de la Copa del Rey. Gracias a sus gestiones, consiguió que el Ayuntamiento de Madrid donara una copa de plata para el ganador, y que las sociedades de polo y de carreras cedieran el Campo de Polo del Hipódromo de la Castellana para disputar allí los encuentros. El siguiente paso fue la creación Agrupación Madrileña de Clubs de Foot-ball, que se encargaría de realizar el Campeonato Regional Centro. En 1903 consiguió que Alfonso XIII -con quien le unía una estrecha amistad- donase un trofeo para poder disputar, desde ese año y de forma anual, la Copa del Rey.
En 1903 Juan Padrós vio como el club que presidía conquistaba su primer título, el Campeonato Regional Centro de ese año.
A principios de 1904 el Madrid FC absorbió al AS Amicale y, poco después, se fusionó con el Moderno FC, tras la cual Juan Padrós abandonó la presidencia del club en favor de su hermano Carlos, este quiso que el club participase activamente en la fundación de la FIFA, y delegó en André Espir como representante en la reunión constitutiva de dicho órgano, que tuvo lugar en París, en mayo de ese año. No obstante, España no pudo ingresar en el máximo organismo mundial, al no disponer de una federación rectora, objetivo hacia el cual encaminó sus pasos Padrós.
Con la llegada de Carlos Padros al Madrid CF, el club había vuelto a asumir la organización del Campeonato de España en 1906, tras dos años a cargo de la Federación Madrileña, Padrós aprovechó esta circunstancia para proponer al resto de clubes la creación de una federación nacional, que rigiera el fútbol español, Padrós llegó a redactar un proyecto de estatutos y los clubes quedaron emplazados para una asamblea constitucional, prevista para marzo de 1907, coincidiendo con la disputa de la Copa del Rey de ese año. No obstante, el proceso se dilató y, ni ese año ni el siguiente, se llegó a concretar la creación del órgano federativo.
Carles Padrós cesó su cargo en el Madrid FC en 1908 y fue nombrado presidente honorario vitalicio del club. Durante su mandato de cuatro años los madridistas conquistaron cuatro campeonatos regionales (1904-05, 1905-06, 1906-07 y 1907-08) y otros tantos Campeonatos de España (1905, 1906, 1907 y 1908). También fue artífice del primer partido internacional jugado por el Madrid, que Padrós organizó con motivo de la visita a España del presidente francés, Émile Loubet. El encuentro amistoso, contra el Gallia Sport de París, acabó en empate a uno.Y a pesar de no encontrarse ya en primera línea, las semillas sembradas por Padrós darían sus frutos en 1909, con la constitución de la Federación Española de Clubs de Foot-ball.
El origen del uniforme madridista surge en consonancia con el origen de la implantación del nuevo deporte, el foot ball. Todos los primitivos “equipiers” al despojarse su ropa de calle quedaban en ropa interior, camisa y calzón blanco. Para distinguirse entre sí, los equipos contendientes, al uso de los pelotaris, se diferenciaban en rojos y azules mediante unas bandas cruzadas sobre el pecho. Bandas que, lógicamente, se desprendían en el transcurso del juego. Ello llevó a que los distintos clubes buscaran nuevos uniformes y que el Madrid, reivindicase para sí el uso de uno totalmente blanco, tal y como figura en sus estatutos fundacionales.
Durante la temporada 1925-1926 se produciría otro gran cambio. Escobal y Quesada jugadores del Madrid, en un viaje que hicieron a Inglaterra, encontraron atractivo el uniforme del célebre Corinthians, el conjunto londinense de amateurs que gozaba de fama mundial por su juego elegante y deportivo y su rechazo total del profesionalismo. El uniforme estaba compuesto por una camisa abotonada de seda cruda y un pantalón negro. Los futbolistas pretendieron que aquellos fueran los nuevos colores del Madrid, y así fue, durante un año y pese al disgusto del presidente Parages, que vio como se ganaba de esa guisa el Campeonato Regional. Sin embargo, algo sucedió que desterró la novedosa indumentaria. Algo grave: el Madrid fue goleado por el Barcelona (1-5) en Chamartín en partido de Copa. En la vuelta, el Madrid volvió a perder (3-0) y, envalentonado por el rotundo fracaso, Pedro Parages entró en el vestuario de Les Corts, echó las culpas de la derrota al mal fario de los uniformes corinthianos y mandó al encargado del material que se deshiciese de ellos. El Madrid Football Club recuperaba así su tradicional vestimenta y se olvidaba del pantalón negro.
FC Barcelona, las cosas no son lo que parecen a simple vista, tal vez hoy sea el símbolo del catalanismo, pero no siempre fue así, hubo otros momentos que hay que recordar.
En 1899 llegó a Barcelona procedente de Lyon un joven atleta suizo. Se llamaba Hans-Max Gamper y había nacido 22 años antes en Winterthur, una industriosa ciudad del cantón de Zúrich. Gamper no sabía hablar español ni catalán. A cambio se desenvolvía con soltura en francés y en alemán, su lengua madre. Un mal comienzo para triunfar en la Barcelona del cambio de siglo, pero, arrojado como era, desconocer las lenguas locales no le arredró. Nada más llegar empezó a establecer fructíferas relaciones sociales con los más jóvenes de la comunidad extranjera en la Ciudad Condal, en aquel entonces relativamente numerosa dada la condición de Barcelona como capital económica de España.
Ese mismo año, Gamper, que aspiraba a vivir del deporte, algo inédito hasta aquella época y reservado a los señoritos de la burguesía, quiso entrar en el Gimnasio Tolosa, alma máter del primer club de fútbol de Barcelona: el Catalán Sport Club. Y ahí fue donde saltó la chispa. El gimnasio le denegó la entrada por tratarse de un extranjero, pero Gamper era obstinado, así que decidió montar un club de fútbol a instancias del Gimnasio Solé, otro de los centros donde se reunían los aún escasos aficionados a ese deporte de la ciudad.
. El 29 de noviembre de 1899 se fundó oficialmente el llamado Club Football of Barcelona. Gamper, que había jugado como capitán años antes en el equipo de la ciudad suiza de Basilea, no se rompió la cabeza y escogió como colores de la camiseta los mismos que los de su antiguo club: Los colores del Basilea, el azul y el granate. Hoy, más de un siglo después ambos equipos –el suizo y el español– siguen vistiendo la misma camiseta. Las coincidencias entre el Basilea y el Barcelona no quedan ahí. El escudo es de similar diseño y comparten idéntico balón de cuero. Un escudo coronado
Aquel Club Football of Barcelona era sólo para extranjeros por expreso deseo del propio Gamper, que aún andaba escocido tras la negativa del Catalán Sport Club por no admitirle como jugador. Su fundador no se sentía todavía demasiado atado ni a la ciudad ni al país que acababa de acogerle en su voluntario exilio. El primer presidente del club fue el inglés Walter Wild, que también era jugador, tras pedírselo Gamper personalmente. El fútbol, a fin de cuentas, era algo de propio de ingleses que lo habían inventado sólo 30 años antes.
Pero la afición a este deporte crecía rápidamente en toda Europa. Los jóvenes, especialmente los de la bien alimentada y ociosa clase alta, se pirraban por el balompié. Con el CF Barcelona de Gamper, cerrado a los aspirantes nacionales, un estudiante de ingeniería industrial llamado Ángel Rodríguez Ruiz se juntó con otros dos compañeros (Octavio Aballí y Luis Roca) para crear un nuevo club, al que dieron el nombre de Sociedad Española de Football. La plantilla del nuevo equipo era en su práctica totalidad de origen catalán con la excepción de un par de vascos y un andaluz. Respecto a los colores, la Sociedad Española de Football, conocida ya, simplemente, como “el Español”, se decantó por el azul y el blanco en homenaje a los almogávares y en particular a su caudillo, Roger de Lauria.
La rivalidad entre ambos equipos no tardó en manifestarse. Durante los primeros años el Barcelona era el equipo de los extranjeros, en su mayoría ingleses y alemanes, mientras que el Español era el de los locales. Tal vez por eso, años después, el rey Alfonso XIII les concedió el título de Real y la corona que hoy remata su escudo y que todavía nadie se ha atrevido a quitar.
En 1966 se comenzo a disputar El Trofeo Joan Gamper, también conocido habitualmente como el Gamper, que es un torneo amistoso de fútbol que organiza el FC Barcelona anualmente gracias a la iniciativa de Enric Llaudet, por entonces presidente del club. si bien es verdad que el actual Trofeo Joan Gamper tiene un precedente en la Copa Gamper, un torneo que el club instituyó en 1913 en homenaje al fundador del club, tras dejar la presidencia. El torneo, que debía celebrarse anualmente en septiembre, sólo se disputó ese año, con victoria del Barcelona sobre el Internacional por 4-1.
En la segunda década del siglo XX el Barça dio un gran salto, tanto a nivel deportivo como social. Ganó dos Copas de España y tres Copas de los Pirineos (aún no existía la competición liguera) y llegó a los 3.000 asociados, una cifra muy considerable para la época.
El Barça disputaba sus partidos en el campo de la calle de la Industria entre los años 1909 y 1922. Disponía de una tribuna de dos pisos y de algunas hileras de bancos. Cuando los espectadores excedían estos asientos se sentaban sobre el muro que rodeaba el campo. Desde la calle se veían las espaldas y los traseros de los seguidores formando una curiosa imagen. En lengua catalana al trasero se le llama "cul" y su plural es "culers" (pronunciado como "culés"). Poco a poco los medios de comunicación fueron popularizando el mote y hoy en día es un sinónimo de barcelonista.
Han pasado muchos años y muchos partidos desde aquel primer encuentro entre Madridistas y cules celebrado el 14 de mayo de 1902 en el Hipódromo de la capital, concluyó con victoria catalana por 1-3. Aquel clásico inaugural, amistoso y celebrado en ambiente de festiva camaradería, anticipó sin embargo la pasión con que se seguirían estos duelos en el futuro. Más de 2.000 personas acudieron al recinto y, según revela Julián García Candau en su libro 'Historia de un desamor' (El País Aguilar), los organizadores debieron urgentemente alquilar 200 sillas a un chamarilero del Rastro para acomodar a las damas de la alta sociedad madrileña, que no querían perderse ese novedoso acto social.
Desde aquel duelo de 1902, la historia de Madrid y Barça ha corrido paralela y llena de chispazos. La enconada rivalidad cobró tintes políticos durante el franquismo, cuando el régimen vio la oportunidad de aprovecharse de los resonantes triunfos internacionales del equipo blanco. Tantos años después, los periódicos extranjeros y algunos forofos siguen explotando el cliché, ya un poco manido, del enfrentamiento España-Cataluña. Olvidan quizá que no sólo fueron dos catalanes quienes fundaron el Real Madrid, sino que, en una ocasión, el equipo capitalino quiso mudarse a Barcelona.
Fue, claro está, por una causa de fuerza mayor. Las tropas de Franco se habían alzado en julio de 1936 y amenazaban con llegar pronto a Madrid. Los directivos del club decidieron entonces trasladar el equipo a El Masnou, un pueblecito costero del extrarradio barcelonés y pidieron su inclusión en el Campeonato de Cataluña, una antigua liga regional, dividida en dos categorías, que siguió jugándose hasta 1938. Tras no pocas discusiones en la Federación, los clubes locales, encabezados por el Barcelona, rechazaron su participación. Ni la solidaridad republicana justificaba la herejía geográfica y el desafuero patriótico de considerar al Real Madrid un equipo catalán.
Como dije al principio es pura informacion historica sin quitar ni poner ni una coma, solamente relatar lo que años atras acontecio en uno y otro equipo, espero no haber disgustado a ninguno de los seguidores de ambos clubs o al menos no era mi intención, un saludo.
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El Real Madrid fue fundado el 6 de marzo de 1902 por el Sr Juan Padros Nacido en Barcelona en 1869, era hijo de Timoteo Padrós García y Paula Rubio, quienes regentaban un comercio téxtil en la capital catalana. En 1886 se trasladó a Madrid, donde estuvo al frente, con su hermano Carlos, del negocio familiar Al Capricho, una boutique de telas situada en el número 48 de la calle de Alcalá. El 6 de marzo de 1902, junto con su hermano y antiguos miembros del Foot Ball Club Sky, fundó el entonces bautizado como Madrid Foot Ball Club. Juan Padrós fue elegido en esa asamblea constitutiva como el primer presidente oficial del club y se encargó de los trámites de legalización de la sociedad, cuya primera sede social se instaló en la trastienda de su propio comercio de la calle Alcalá. Una vez creado el nuevo club, los esfuerzos de los hermanos Padrós se centraron en la puesta en marcha de un campeonato, de ámbito nacional, entre clubes. Carlos Padrós en ese mismo año, con motivo de los festejos por la mayoría de edad de Alfonso XIII impulsó un torneo, el Concurso Madrid, el primer campeonato nacional entre clubes de fútbol de España, precursor de la Copa del Rey. Gracias a sus gestiones, consiguió que el Ayuntamiento de Madrid donara una copa de plata para el ganador, y que las sociedades de polo y de carreras cedieran el Campo de Polo del Hipódromo de la Castellana para disputar allí los encuentros. El siguiente paso fue la creación Agrupación Madrileña de Clubs de Foot-ball, que se encargaría de realizar el Campeonato Regional Centro. En 1903 consiguió que Alfonso XIII -con quien le unía una estrecha amistad- donase un trofeo para poder disputar, desde ese año y de forma anual, la Copa del Rey.
En 1903 Juan Padrós vio como el club que presidía conquistaba su primer título, el Campeonato Regional Centro de ese año.
A principios de 1904 el Madrid FC absorbió al AS Amicale y, poco después, se fusionó con el Moderno FC, tras la cual Juan Padrós abandonó la presidencia del club en favor de su hermano Carlos, este quiso que el club participase activamente en la fundación de la FIFA, y delegó en André Espir como representante en la reunión constitutiva de dicho órgano, que tuvo lugar en París, en mayo de ese año. No obstante, España no pudo ingresar en el máximo organismo mundial, al no disponer de una federación rectora, objetivo hacia el cual encaminó sus pasos Padrós.
Con la llegada de Carlos Padros al Madrid CF, el club había vuelto a asumir la organización del Campeonato de España en 1906, tras dos años a cargo de la Federación Madrileña, Padrós aprovechó esta circunstancia para proponer al resto de clubes la creación de una federación nacional, que rigiera el fútbol español, Padrós llegó a redactar un proyecto de estatutos y los clubes quedaron emplazados para una asamblea constitucional, prevista para marzo de 1907, coincidiendo con la disputa de la Copa del Rey de ese año. No obstante, el proceso se dilató y, ni ese año ni el siguiente, se llegó a concretar la creación del órgano federativo.
Carles Padrós cesó su cargo en el Madrid FC en 1908 y fue nombrado presidente honorario vitalicio del club. Durante su mandato de cuatro años los madridistas conquistaron cuatro campeonatos regionales (1904-05, 1905-06, 1906-07 y 1907-08) y otros tantos Campeonatos de España (1905, 1906, 1907 y 1908). También fue artífice del primer partido internacional jugado por el Madrid, que Padrós organizó con motivo de la visita a España del presidente francés, Émile Loubet. El encuentro amistoso, contra el Gallia Sport de París, acabó en empate a uno.Y a pesar de no encontrarse ya en primera línea, las semillas sembradas por Padrós darían sus frutos en 1909, con la constitución de la Federación Española de Clubs de Foot-ball.
El origen del uniforme madridista surge en consonancia con el origen de la implantación del nuevo deporte, el foot ball. Todos los primitivos “equipiers” al despojarse su ropa de calle quedaban en ropa interior, camisa y calzón blanco. Para distinguirse entre sí, los equipos contendientes, al uso de los pelotaris, se diferenciaban en rojos y azules mediante unas bandas cruzadas sobre el pecho. Bandas que, lógicamente, se desprendían en el transcurso del juego. Ello llevó a que los distintos clubes buscaran nuevos uniformes y que el Madrid, reivindicase para sí el uso de uno totalmente blanco, tal y como figura en sus estatutos fundacionales.
Durante la temporada 1925-1926 se produciría otro gran cambio. Escobal y Quesada jugadores del Madrid, en un viaje que hicieron a Inglaterra, encontraron atractivo el uniforme del célebre Corinthians, el conjunto londinense de amateurs que gozaba de fama mundial por su juego elegante y deportivo y su rechazo total del profesionalismo. El uniforme estaba compuesto por una camisa abotonada de seda cruda y un pantalón negro. Los futbolistas pretendieron que aquellos fueran los nuevos colores del Madrid, y así fue, durante un año y pese al disgusto del presidente Parages, que vio como se ganaba de esa guisa el Campeonato Regional. Sin embargo, algo sucedió que desterró la novedosa indumentaria. Algo grave: el Madrid fue goleado por el Barcelona (1-5) en Chamartín en partido de Copa. En la vuelta, el Madrid volvió a perder (3-0) y, envalentonado por el rotundo fracaso, Pedro Parages entró en el vestuario de Les Corts, echó las culpas de la derrota al mal fario de los uniformes corinthianos y mandó al encargado del material que se deshiciese de ellos. El Madrid Football Club recuperaba así su tradicional vestimenta y se olvidaba del pantalón negro.
FC Barcelona, las cosas no son lo que parecen a simple vista, tal vez hoy sea el símbolo del catalanismo, pero no siempre fue así, hubo otros momentos que hay que recordar.
En 1899 llegó a Barcelona procedente de Lyon un joven atleta suizo. Se llamaba Hans-Max Gamper y había nacido 22 años antes en Winterthur, una industriosa ciudad del cantón de Zúrich. Gamper no sabía hablar español ni catalán. A cambio se desenvolvía con soltura en francés y en alemán, su lengua madre. Un mal comienzo para triunfar en la Barcelona del cambio de siglo, pero, arrojado como era, desconocer las lenguas locales no le arredró. Nada más llegar empezó a establecer fructíferas relaciones sociales con los más jóvenes de la comunidad extranjera en la Ciudad Condal, en aquel entonces relativamente numerosa dada la condición de Barcelona como capital económica de España.
Ese mismo año, Gamper, que aspiraba a vivir del deporte, algo inédito hasta aquella época y reservado a los señoritos de la burguesía, quiso entrar en el Gimnasio Tolosa, alma máter del primer club de fútbol de Barcelona: el Catalán Sport Club. Y ahí fue donde saltó la chispa. El gimnasio le denegó la entrada por tratarse de un extranjero, pero Gamper era obstinado, así que decidió montar un club de fútbol a instancias del Gimnasio Solé, otro de los centros donde se reunían los aún escasos aficionados a ese deporte de la ciudad.
. El 29 de noviembre de 1899 se fundó oficialmente el llamado Club Football of Barcelona. Gamper, que había jugado como capitán años antes en el equipo de la ciudad suiza de Basilea, no se rompió la cabeza y escogió como colores de la camiseta los mismos que los de su antiguo club: Los colores del Basilea, el azul y el granate. Hoy, más de un siglo después ambos equipos –el suizo y el español– siguen vistiendo la misma camiseta. Las coincidencias entre el Basilea y el Barcelona no quedan ahí. El escudo es de similar diseño y comparten idéntico balón de cuero. Un escudo coronado
Aquel Club Football of Barcelona era sólo para extranjeros por expreso deseo del propio Gamper, que aún andaba escocido tras la negativa del Catalán Sport Club por no admitirle como jugador. Su fundador no se sentía todavía demasiado atado ni a la ciudad ni al país que acababa de acogerle en su voluntario exilio. El primer presidente del club fue el inglés Walter Wild, que también era jugador, tras pedírselo Gamper personalmente. El fútbol, a fin de cuentas, era algo de propio de ingleses que lo habían inventado sólo 30 años antes.
Pero la afición a este deporte crecía rápidamente en toda Europa. Los jóvenes, especialmente los de la bien alimentada y ociosa clase alta, se pirraban por el balompié. Con el CF Barcelona de Gamper, cerrado a los aspirantes nacionales, un estudiante de ingeniería industrial llamado Ángel Rodríguez Ruiz se juntó con otros dos compañeros (Octavio Aballí y Luis Roca) para crear un nuevo club, al que dieron el nombre de Sociedad Española de Football. La plantilla del nuevo equipo era en su práctica totalidad de origen catalán con la excepción de un par de vascos y un andaluz. Respecto a los colores, la Sociedad Española de Football, conocida ya, simplemente, como “el Español”, se decantó por el azul y el blanco en homenaje a los almogávares y en particular a su caudillo, Roger de Lauria.
La rivalidad entre ambos equipos no tardó en manifestarse. Durante los primeros años el Barcelona era el equipo de los extranjeros, en su mayoría ingleses y alemanes, mientras que el Español era el de los locales. Tal vez por eso, años después, el rey Alfonso XIII les concedió el título de Real y la corona que hoy remata su escudo y que todavía nadie se ha atrevido a quitar.
En 1966 se comenzo a disputar El Trofeo Joan Gamper, también conocido habitualmente como el Gamper, que es un torneo amistoso de fútbol que organiza el FC Barcelona anualmente gracias a la iniciativa de Enric Llaudet, por entonces presidente del club. si bien es verdad que el actual Trofeo Joan Gamper tiene un precedente en la Copa Gamper, un torneo que el club instituyó en 1913 en homenaje al fundador del club, tras dejar la presidencia. El torneo, que debía celebrarse anualmente en septiembre, sólo se disputó ese año, con victoria del Barcelona sobre el Internacional por 4-1.
En la segunda década del siglo XX el Barça dio un gran salto, tanto a nivel deportivo como social. Ganó dos Copas de España y tres Copas de los Pirineos (aún no existía la competición liguera) y llegó a los 3.000 asociados, una cifra muy considerable para la época.
El Barça disputaba sus partidos en el campo de la calle de la Industria entre los años 1909 y 1922. Disponía de una tribuna de dos pisos y de algunas hileras de bancos. Cuando los espectadores excedían estos asientos se sentaban sobre el muro que rodeaba el campo. Desde la calle se veían las espaldas y los traseros de los seguidores formando una curiosa imagen. En lengua catalana al trasero se le llama "cul" y su plural es "culers" (pronunciado como "culés"). Poco a poco los medios de comunicación fueron popularizando el mote y hoy en día es un sinónimo de barcelonista.
Han pasado muchos años y muchos partidos desde aquel primer encuentro entre Madridistas y cules celebrado el 14 de mayo de 1902 en el Hipódromo de la capital, concluyó con victoria catalana por 1-3. Aquel clásico inaugural, amistoso y celebrado en ambiente de festiva camaradería, anticipó sin embargo la pasión con que se seguirían estos duelos en el futuro. Más de 2.000 personas acudieron al recinto y, según revela Julián García Candau en su libro 'Historia de un desamor' (El País Aguilar), los organizadores debieron urgentemente alquilar 200 sillas a un chamarilero del Rastro para acomodar a las damas de la alta sociedad madrileña, que no querían perderse ese novedoso acto social.
Desde aquel duelo de 1902, la historia de Madrid y Barça ha corrido paralela y llena de chispazos. La enconada rivalidad cobró tintes políticos durante el franquismo, cuando el régimen vio la oportunidad de aprovecharse de los resonantes triunfos internacionales del equipo blanco. Tantos años después, los periódicos extranjeros y algunos forofos siguen explotando el cliché, ya un poco manido, del enfrentamiento España-Cataluña. Olvidan quizá que no sólo fueron dos catalanes quienes fundaron el Real Madrid, sino que, en una ocasión, el equipo capitalino quiso mudarse a Barcelona.
Fue, claro está, por una causa de fuerza mayor. Las tropas de Franco se habían alzado en julio de 1936 y amenazaban con llegar pronto a Madrid. Los directivos del club decidieron entonces trasladar el equipo a El Masnou, un pueblecito costero del extrarradio barcelonés y pidieron su inclusión en el Campeonato de Cataluña, una antigua liga regional, dividida en dos categorías, que siguió jugándose hasta 1938. Tras no pocas discusiones en la Federación, los clubes locales, encabezados por el Barcelona, rechazaron su participación. Ni la solidaridad republicana justificaba la herejía geográfica y el desafuero patriótico de considerar al Real Madrid un equipo catalán.
Como dije al principio es pura informacion historica sin quitar ni poner ni una coma, solamente relatar lo que años atras acontecio en uno y otro equipo, espero no haber disgustado a ninguno de los seguidores de ambos clubs o al menos no era mi intención, un saludo.
Son dos espejos donde mirarse ya que han hecho grande el fútbol español dos clubes como ellos. Nuestro sueño es intentar estar al menos a su disposición por su necesitan instalaciones
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