lunes, 5 de marzo de 2012

Sindicatos asociados S.A.( Me lo llevo calentito)

Seguimos acuestas con estos lamentables sindicatos que nos estan llevando a la ruina, organizan excursiones por las calles de nuestras ciudades y dan carta blanca a los rompedores y gentes de mal vivir, que con unos euros, unas dosis buenas de motivacion y bastante mas alcohol, salen eufóricos a comerse la calle y lo que haga falta, el caso es que siempre van a parar junto a las sedes del partido popular o frente a los gobiernos regentados por estos, ¡que casualidad! y el PSOE no sabe no contesta, Rubalcaba del que dicen aqui por tierras Canarias que tiene cierto parecido con la cabra majorera, dice que prefiere estar con los sindicatos antes que con la iglesia, convendria decirle a este personaje que los sindicatos nos cuestan una pila de millones a los contribuyentes para que el toxo y el otro anden haciendo el gilipollas por este pais, del que hace ya bastante tiempo deberían de haberse ido, aunque nada mas  fuera por verguenza torera, mientras que la iglesia se nutre de lo que los contribuyentes donan de manera libre y voluntaria marcando la casilla en la declaración de la renta y no reciben nada del estado, y ¡que casualidad! son los que estan ayudando a las familias que mas lo necesitan y dan la cara por los desahuciados de verdad.
Estos sindicalistas viven como les da la gana, a cuenta de los tontos que les siguen, y les pagan la cuota, pero también a cuenta, de los tontos que consentimos, que vivan así de bien, a cuenta de los presupuestos del estado, que son de todos, el que tenga una empresa, y esto es una empresa, pues que la cuide, pero no a mi cuenta  y encima tienen hasta cara de tontos, pero para mamar se las ingenian bastante bien, no hay quien los pare, la teta ya esta vacía y seca. Estos no son sindicatos como los que habia en los años sesenta, setenta en aquellos años los sindicalistas eran trabajadores aguerridos, duros, luchadores, ¡con un par de huevos bien colocados!
, en aquella luchaban por la mejora de las condiciones de trabajo de todos los obreros en general sin excepciones, se luchaba por tener unas vacaciones dignas que no había, por la Seguridad Social que la instauro el gobierno de  Franco, que tampoco había, y que ahora lo vemos tan normal, pero nadie se para a pensar, lo que se  paso en aquella epoca para conseguir todo esas mejoras, y sin tantas algarabías por las calles, por que no se podía, pero con fé, y tesón, y algún palo, se fueron consiguiendo cosas, los sindicatos no tenian mucho dinero, pero sobraba ilusion y ganas y se mantenían unidos por unos ideales que era el corazón de los trabajadores, ahora pelean por su  dinero, el dinero de los dirigentes, ¿cuando se vio dirigentes sindicales en coche con chofer?y ¿en cruceros de lujo o con relojes de 6000€? ¡ impensable!.
Los sindicatos CCOO Y UGT estan presentando propuestas de expedientes de regulación de empleo en varias autonomías para reducir sus plantillas se intentará que salgan de bajas voluntarias, jubilaciones anticipadas y reducciones de jornada, el objetivo de estos expedientes es reducir los gastos del sindicato  con el objetivo de equilibrar las cuentas sindicales, que han sufrido una caída de ingresos importante en los últimos años. Las razones aducidas por los sindicatos serán familiares a muchos empresarios: por un lado han bajado las cuotas de sus afiliados (que serían casi el equivalente a los clientes de una empresa: el sindicato les presta un servicio a cambio de un pago); por otro lado, las administraciones públicas les adeudan dinero. También es habitual en las compañías privadas que este tipo de ERE se resuelvan de forma amistosa si es posible, con prejubilaciones y bajas voluntarias. Lo que no es tan común es que los sindicatos acepten este tipo de razones cuando les toca a los demás sufrirlas. ¿Se imaginan lo que pasaría si fuera una empresa la que tomase esta medida? Es curioso que esta decisión llegue apenas unas semanas después de aprobada la reforma laboral. Si no hay acuerdo con los trabajadores, ¿cuánto pagará CCOO? ¿Se acogerá a la norma que con tanta fuerza critica en las manifestaciones?  tengo mis dudas trataran de pagar lo menos posible, sino tiempo al tiempo, tambien se les puede preguntar a los trabajadores del diario Publico que a dia de hoy todavía esperan sus sueldos y liquidaciones, el diario publico que era martillo de herejes contra los empresarios, lo que hay que ver y oír.
Conviene saber de donde sacan los dineros los sindicatos CCOO Y UGT lo digo para que todos antes de acudir a una manifestación sepamos quienes y de que viven los que van delante para la cámara y para saber quienes son los del megafono que enaltecen a la multitud, es un articulo perfectamente redactado y publicado en el diario Libertad Digital por Pablo Molina y dice lo siguiente:

No hay industria más boyante en nuestro país que el sindicalismo de clase (alta). Con unos ingresos fijos más que abultados, costes de producción prácticamente inexistentes y exenciones fiscales de todo tipo, si cotizaran en bolsa, UGT y CCOO formarían parte del IBEX 35. ¡Vaya si formarían!


No hay industria más boyante en nuestro país que el sindicalismo de clase (alta). Con unos ingresos fijos más que abultados, costes de producción prácticamente inexistentes y exenciones fiscales de todo tipo, si cotizaran en bolsa, UGT y CCOO formarían parte del IBEX 35. ¡Vaya si formarían!


No hay industria más boyante en nuestro país que el sindicalismo de clase (alta). Con unos ingresos fijos más que abultados, costes de producción prácticamente inexistentes y exenciones fiscales de todo tipo, si cotizaran en bolsa, UGT y CCOO formarían parte del IBEX 35. ¡Vaya si formarían!

No hay industria más boyante en nuestro país que el sindicalismo de clase (alta). Con unos ingresos fijos más que abultados, costes de producción prácticamente inexistentes y exenciones fiscales de todo tipo, si cotizaran en bolsa, UGT y CCOO formarían parte del IBEX 35. ¡Vaya si formarían! 
Existe un gran desconocimiento acerca de las finanzas de los dos grandes sindicatos de izquierdas, básicamente por dos razones: 1) sus fuentes de financiación son tan numerosas, que un equipo de peritos contratados por los propios sindicatos necesitaría no menos de seis meses al año para identificar todos los cauces del trinque; 2) sus cuentas no están sometidas al escrutinio de los organismos fiscalizadores del estado, en contra de lo que afirman sus líderes, que tampoco parecen muy por la labor de aportar luz al respecto: total, mientras el dinero público fluya con abundancia, la supervisión no sería más que una costosa excentricidad.
Los dos grandes sindicatos disfrutan del usufructo de los edificios que les fueron cedidos por el estado cuando se desarbolaron los sindicatos verticales del Franquiense; edificios que, según la ley ad hoc aprobada en su momento, formaban parte del patrimonio sindical incautado durante la guerra civil y la inmediata posguerra. De nada sirvió a algunos sindicatos hoy minoritarios pero entonces boyantes, como la CNT, aducir que Comisiones Obreras se había fundado en los años sesenta y que, por tanto, no podía haber sido objeto de incautaciones patrimoniales treinta años antes.
A pesar de la evidente injusticia, la paz social y el relevante papel de las dos centrales mayoritarias de la izquierda como "interlocutores sociales" facilitaron que se les adjudicara un número impreciso de inmuebles, generalmente situados en las zonas más nobles de las capitales de provincias, por los que no pagan un solo euro de alquiler. Por no pagar, no pagan ni el IBI, que para eso Aznar se encargó de elaborar otra ley que les declaraba exentos del susodicho.
Con estas peculiares condiciones, el sindicalismo es una actividad empresarial que sólo recoge beneficios sin apenas coste, porque ¿en qué gastan el dinero los sindicatos? Una empresa al uso, además de pagar a los trabajadores, ha de comprar materias primas, transformarlas, establecer canales de distribución y vender sus productos. Con lo que le queda, ha de pagar el impuesto de sociedades y el resto de tasas fiscales y sociales exigidas por el estado.
Un sindicato realiza su actividad en unos locales que no le cuestan un euro, recibe subvenciones para llevarlas a cabo... y se queda con el resultado empresarial sin liquidar ninguno de los impuestos que todo contribuyente ha de satisfacer si no quiere pasar las de Caín. Por no pagar, no pagan ni los impuestos que deberían por los dividendos e intereses que les reportan sus inversiones en los mercados financieros.
El único coste conocido que tienen es el de sus trabajadores, situación de privilegio que no disfruta empresa alguna en un país civilizado.
La pregunta que nos hacemos llegados a este punto cae por su peso. ¿Cómo es posible que, teniendo tantísimos ingresos y unos gastos ciertamente escasos, y estando como están exentos de tributación, UGT y CCOO estén despidiendo trabajadores y haciendo eres a mansalva? A ver si tienen un ratito Méndez y Toxo y nos lo aclaran. Sólo por curiosidad.
Un saludo 

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